miércoles, 6 de febrero de 2008

Palabras para Akira

Se contempla en las aguas de la noche. Les pide que no diluyan el azúcar que cae con la madrugada para aclararlas. Le asustan las esquirlas chispeantes que se adhieren a los dedos oscuros y van manchando con su albura el cielo. Se asoma al pretil de la noche y el miedo es tan intenso que no siente miedo; quizá eso la reconforte antes de que se endulcen la brisa, las ventanas, los zarzales. Sus ojos no han leído la carta de amor que le mandan las nubes, los vencejos, las hortensias; la que le has escrito tú, Akira, comprendiéndola.