miércoles, 1 de abril de 2020

Safo | El destierro 01



Por más torpes que los barcos parezcan, sin caminos por donde alejarse, sin siquiera una pareja de caballos que los arrastren, se van. Abandonan las palabras, el papiro de súbito se queda impoluto, ni una mancha de tinta que se parezca a una letra. Por más que la espuma que se arremolina en popa crea que escribe. Pero, en verdad, borra. Ni las antorchas encendidas en la noche quedan de Mitilene. Ni las suaves colinas sobre las que se tumba a descansar su nombre. Al regresar a proa por leer el mar, me asustan los renglones que nadie ha escrito.