sábado, 30 de marzo de 2019

07 | Gramática del tragaluz



Donde exista una ventana hay otras a las que nunca podrá decirles algo de cara. (País de soledad en paralelo). El lugar que contemplo, sin embargo, lo están viendo otros ojos de los que nunca sabré nada. Ni me importará no saberlo. Tampoco conozco el nombre ni las inquietudes de aquellos cuyo aliento respiro en el autobús a la hora punta. Es a lo que llaman ciudad. Un conjunto ordenado de miradas. Y lo más curioso, sin que nadie se dé cuenta. Ni siquiera yo, ahora, cuando me asomo a la ventana como un rito de paso. Hacia la cocina.