miércoles, 19 de octubre de 2011

El pilón de la memoria, 5

Ignacio Fortún. Protección oficial, 2002
.
No podía ser verdad. Cuando la maestra dijo que era la representación de la belleza se me atravesó la frase. Yo había visto un reportaje en la tele sobre Picasso y me fascinó su taller. En un lugar así podría amontonarlo todo sin que madre me diera la matraca. Sería un genio. Que iba a ser pintor ya lo sabía, porque padre me había dicho que acabado el colegio, le llevaría a él los botes. Y soñaba con pasar de una pintura a la otra. Pero tenía un problema, la belleza. ¿Dónde encontraba en el barrio la belleza que representar?