domingo, 6 de abril de 2008

La instancia

—Esta es la instancia, señor.
—¿…?
—La del pistolero que apostamos hace cuatro años junto a la cárcel por el tema del mafioso, ¿recuerda?
—¿Sigue ahí?
—El tipo se protege bien. Siempre camina rodeado de esbirros.
—¿Y…?
—No es el trato que hicimos con el director. Un cadáver sí, más no.
—Vaya contrariedad. Y el mafioso, ¿nunca hace de vientre?
—Las ventanas son demasiado altas.
—¿Y cómo se sube los pantalones?
—En cuclillas.
—¿Así? (El ministro hace el gesto de subirse los pantalones en cuclillas) ¡Difícil! ¿Y qué pide en la instancia el pistolero inútil?
—Nada, que le reconozcamos el trienio.