miércoles, 18 de junio de 2008

Wagneriano

Si tuviera paciencia para revisar papeles daría con la fecha. Recuerdo un día nublado, desabrido. La víspera había leído sus poemas en el Aula Magna. Con bastante público. Por la mañana no tenía nada que hacer y me brindé a acompañarle por la ciudad. En la calle Lledó, donde evocamos el paseo de Garcilaso y Boscán, nos cruzamos con el grupo de saltimbanquis que aparece en un poema de Los Campos Elíseos. Frente al antiguo edificio de Catalana de Gas le dije: Tiene un aire wagneriano, por Otto, el arquitecto. Es cierto, replicó tarareando una melodía, por Richard, el músico.