viernes, 29 de diciembre de 2023

Bye bye 2023



Cuando llegue el día en el que tenga que irse, sé lo que haré para que no ocurra. No me daré por enterado. Prohibido diarios, noticieros, relojes y teléfonos con exceso de información. Nada de citas o compromisos, ni siquiera con las personas próximas. Se acabó el programar actividades, viajes, también el permanecer atento a cualquier acontecimiento que pudiera ocurrir. Vedaré el paso al año que entra. A su intrínseca incertidumbre. Si este había sido un buen año, completo, soberbio, histórico, a qué echarlo a perder y a lo tonto cambiarlo por otro nuevo. Me planto. Y sé cómo hacerlo.