domingo, 23 de agosto de 2015

El pabellón dorado [22]


El don más extraño de la ceguera es la asimetría. A aquello que sabemos nosotros se le llama ignorancia y cuanto desconocemos se tiene por conocimiento. Saber que se acerca una bicicleta, la dirección del viento que sopla en una calle, intuir que los excrementos de un perro no fueron retirados por su dueño de la acera. Lo que no sabemos: que hay cristales de botella rota en el pavimento, que los charcos guardan la memoria de la lluvia largo tiempo, que la pelota huida del parque infantil cruza por el aire. Lo que denominan conocimiento es lo que desconozco.