Eso no puedes saberlo.
Madre, ¿por qué? ¿Porque no lo
veo?
No, no es eso. Tampoco es tan
importante verlo.
¿Entonces?
Nada, no puedes saberlo.
Confórmate.
¿Conformarme?
No todo el mundo ha de saberlo
todo.
Son ideas muy extrañas, madre.
No, son las ideas, nada más.
Creo que eso sí puedo saberlo.
Podrías, claro.
¿Entonces?
Nada, tampoco vale la pena que lo
sepas. No es nada.
Si no es nada, ¿por qué no
saberlo?
Me estás enredando.
La que ves el cordel eres tú.
Yo no veo ningún cordel.
¿Entonces con qué te enredo?
Solo sabes decir entonces, entonces.
¿Entonces?