viernes, 12 de junio de 2015

Mis contemporáneos 01. Camilo de Ory


Gracias a la prohibición de entrar en los museos con una cerveza en la mano tuve ocasión de conocer al epigramista Camilo de Ory. Es alto. Es flaco. Es guapo. Y acumula asonancias por el estilo. Perfila las patillas y el lenguaje igual que un tirador angula la hoja de su florete. Pero al contrario que el duelista, no se aviene a las reglas de lo políticamente correcto. Su irreverencia despierta la erudición de quien lo trata, de Rimbaud a Gómez de la Serna, encarna la tradición más añorada (desde fuera). Parece no ver nada y siempre está mirándolo todo.