domingo, 14 de junio de 2015

Café Lehmitz #1


El idioma, una cuba donde se vuelcan las entrañas de los animales sacrificados que quien habla remueve con una pala de madera. Y sin apartarse el cigarrillo hurga o dice. Humo que se restriega por la mejilla, ciega un ojo, serpentea entre los rizos, desaparece. Igual que desde los mismos labios humea la voz, órgano extraído de un cuerpo recién despachado. Impregna camisas sin botones y faldas arrugadas en los muslos con un hedor a sangre que ya jamás las abandona. Café o matadero, ni quien escucha lo sabe. En el suelo se confunden las colillas pisoteadas con las promesas.