martes, 7 de mayo de 2013

Bow Street


Elegir lazo, zapatos, medias, broche, silencios. Siempre había creído que lo más difícil era aprender a interrumpir la frase que estaba diciendo en su momento y no continuar hablando como una cotorra hasta que alguien tuviera la amabilidad de cortarme. Dios mío, sí, eso era lo más difícil. Contar algo sin descubrirse una por entero. Quedarse con alguna prenda puesta. Sí, pero cuando vi la cinta adecuada para el verde de la noche y el lazo por hacer, las cavilaciones se quedaron en nada. ¿Cómo anudarlo sin arrugas, vistoso, elegante? Y si prescindo de lazos… ¿sabrá apuntar bien el arco?