martes, 11 de septiembre de 2012

Cómo ser mejor persona

Hay espejos que favorecen la fisonomía. Es obvio que a la gente le gusta verse reflejada donde la muestran más atractiva. Una mañana descubrí que el reloj del aparato de radio del baño también me mejoraba bastante más de lo imaginable. Me había levantado con el tiempo justo. Entré en la ducha y al salir le eché un vistazo. El reloj me devolvió un simpático guiño de complicidad. No había pasado ni un minuto desde que había abierto el grifo. Suspiré. Recuperaba tiempo. Me comprendía. Desde aquel día ya solo conservo en casa relojes que atrasen. A cuál más favorable.