miércoles, 5 de julio de 2023

Cuentos del hada jubilada (sexagésimo noveno)



Me cuenta Leila sus vacaciones en la hermosa casa junto a la playa que le han prestado. La veo, sudorosa, cuando vuelve de correr. Está contenta, pero angustiada pensando que cada día que pasa es un día menos para su gozo con fecha de caducidad, y al mismo tiempo ansiosa por aprovechar hasta la última gota de su tiempo aquí. Sin perder ni un segundo, me promete. Leila, le digo, qué equivocadas andas. Para ti el tiempo solo es sinsabor por lo pasado y futuro aún sin sabor. Ni te enteras de que el helado solo existe en el presente.