jueves, 22 de abril de 2021

Saul Leiter's hideout. Cracks, 1957


La hendidura de la uña en el revestimiento de yeso que señala el transcurso de un día por la celda que carece de luz. La oquedad que erosiona las rocas calizas desde el interior tras el paso de las lluvias o después de las heladas. Las resquebrajaduras que usan el barro y la cerámica para anotar con disciplina de escribanos sus horas de servicio. Las fisuras en las vigas que sostienen el tejado cuando testimonian largos períodos de abandono. Las grietas que las décadas dibujan con extremada paciencia sobre la pintura reseca, en superficies que nadie se detiene a mirar.