lunes, 19 de octubre de 2020

Cuentos del hada jubilada (decimosexto)



«Nunca pronuncio pereza. Tengo un problema con esta palabra. Para mí, pereza tiene connotaciones positivas, pero la gente solo subraya las negativas. Me parece una de las pocas virtudes que hay en la vida a toque de pito que nos imponen. Ni conozco mejor manera de hacer las cosas. A lo ancho, descansando, distrayéndose, pensando en otros asuntos, adormilándose. Así es como disfruto empezando lo que me gusta y aquello que estoy obligado a acabar. Lo contrario, el incordio de la hiperactividad, el timo de la mejora productiva, me abruma», dijo el perezoso al concluir su tarea antes de tiempo.