jueves, 15 de octubre de 2020

Cuentos del hada jubilada (decimoquinto)



Bajo la cama es el primer lugar donde miran. Dentro del armario, con el sofocante olor de los abrigos colgados, la descubren enseguida. Al altillo no alcanza la silla ni puede con la escalera. El cuarto de la plancha se queda a oscuras si cierra la puerta. En el jardín, los aspersores se encienden sin previo aviso. Por las aceras siempre hay una mano pegada a su mano. En el supermercado no encuentra la salida. Pero un día la niña descubre el lugar ideal para irse: sentada en su pupitre, en mitad de la clase. Donde nadie la ve desaparecer.