martes, 24 de marzo de 2020

1485 | Luisa Manrique de Lara Castañeda habla de su padre



No se me dan bien. Mi madre guarda entre paños las dos que le encontraron en la loriga, no hace mucho me lo confesó. Era una niña entonces, y aún no he dejado de serlo. Mi padre le hizo coplas a la muerte del suyo, que tan breve tiempo le precedió, pero qué coplas podría escribirle yo si ni siquiera me acuerdo de cómo era. Y además, nunca me casan los acentos. De su muerte apenas guardo algunos sonidos. La aspereza de unos golpes en plena noche, relincho de un caballo, tamborileo de pasos arriba y abajo, un estremecedor alarido.