sábado, 11 de agosto de 2018

Metafísica



A veces, entre horarios exigentes y tiempos idénticos en metros y autobuses, durante días de una semana como cualquier semana en la laboriosa ciudad, a veces solo aportan novedad, mudanza, invención, sorpresa las palabras. Solo las palabras. Las que vuelan con las hojas en las calles donde sopla el viento. Las que uno se dice a sí mismo cuando se sueña. Las que quedan escritas en la servilleta de un restaurante tras salir por la puerta sin siquiera recordarlas. Las que susurra el atardecer desde las cañerías y el cableado telefónico que cruza las fachadas de los edificios, a veces.