domingo, 11 de febrero de 2018

Aquí y allá | Encuentros | FNP


Uma ginginha —oí a mi espalda antes de ni siquiera haber podido pronunciar una sílaba cuando el tabernero me preguntaba qué quería. De inmediato me di la vuelta con cara de ningún amigo y lo vi. Anteojos redondos, bigotillo ralo, rostro fino y algo desmejorado. Que sejam duas—gritó, aunque había entrado solo. Me dijo que se llamaba Ricardo o Alberto, quizá Fernando, ¿quién recuerda ya un nombre en el apelotonamiento de los días? Cuando nos las sirvieron, ofreció su copa para brindar. ¿Qué celebramos? —le pregunté. É horário laboral e no entanto cá estamos—y le brillaron los ojos.