viernes, 15 de septiembre de 2017
Coro de ausentes | TURBA
Animal irritado,
el invierno desvela.
Las ráfagas de agua
contra los vidrios. Viento que enloquece
la copa de los árboles en las calles.
La cama se transforma en balsa
que las olas someten
a su capricho. El sueño, un invitado
cuya ausencia abandona
el mantel extendido,
en orden los cubiertos,
los platos limpios, gélido
y lleno el cuenco de la sopa.
Un animal herido que despliega
su nihilismo por las noches.
Revuelve sábanas y pensamientos,
altera percepciones. Desorienta.
Destierra los silencios.
En la memoria busco un mástil
de velero abismándose
que me sujete como a náufrago
de cómic infantil.