sábado, 8 de julio de 2017
Coro de ausentes | RUTA
El camino que asciende en la ladera
poco a poco se torna agreste.
Algunas rocas
irrumpen en la tierra oscura,
se acentúan los desniveles
repentinos. La fronda muerde el paso
y hay raíces que brotan por la senda.
Los árboles se abrazan unos
a otros, forman un escudo,
umbría que reparte
la luz con impurezas. La humedad
baña el instante. Pájaros
emboscados decoran la mañana
con cantos. Con las manos
también a veces se superan
los trechos. Se divisa ya la cumbre.
Arriba, con el viento,
la mirada se entorna
para ver en la lejanía
desde dónde se ha partido.