martes, 6 de septiembre de 2016

1963-«Los timadores»



—Me gustan tus historias, Sófocles. 
—Gracias, muchacho. 
—Pero me intriga una cosa. ¿Por qué tratan siempre de padres e hijos? 
—¿Cómo te llamas, chaval? 
—Jim. Me llamo Jim. 
—Bueno, Jim. ¿Qué hay en este mundo que no pueda ocurrir entre padres, madres, hijos e hijas? 
—Si lo planteas así. 
—¿Qué pasión existe que no pueda reflejar un padre frente a un hijo o un hijo frente a un padre? 
—¿Sabes qué?, me gustan tanto tus historias que te daría un pavo. 
—Vale. 
—Pero solo tengo un billete de diez. 
 —¿Ese tan doblado? Te devolveré nueve. 
—Sigue hablando Sófocles… mientras cuentas.