sábado, 28 de marzo de 2015

Cuaderno de tapas rojinegras \ 34


El ramillete de violetas silvestres con el que se regresa de un paseo revitaliza el recibidor. Una rosa en un jarrón de vidrio tan delgado como su tallo señorea encima de la mesa. Un haz de tulipanes en una jarra de barro antigua hace amistad con los libros en el estante. Una maceta con una orquídea solitaria controla la calidad de la luz que la ventana cuela. En su alféizar un parterre de claveles se mira con gusto en el reflejo del cristal. La tarde entre flores acentúa los valores del presente. La exaltación de los colores desbanca el tiempo.