martes, 10 de febrero de 2015

Elogio de las manos entrelazadas


Quien escribe sostiene una calavera en una mano y formula la pregunta que carece de respuestas. ¿Símbolo o realidad? Sin lo real, el hilo del símbolo se escapa de la mano del niño que lo sujeta y se pierde en el cielo de una tarde de domingo. Sin valor simbólico, lo real resulta mera mecánica, espurio ejercicio. Pero símbolo y realidad rara vez ligan. Habrá que hacerlos ligar. Eso, la escritura. Y para aprehenderla, fuera de ella, observo algunos pequeños gestos que al tiempo son realidad y son símbolos. El que siento con mayor emoción: caminar con las manos entrelazadas.