miércoles, 1 de enero de 2014

Pequeño cuento (corporativo) de Año Nuevo


En la vida me he visto en tal aprieto. Los cuento y suman quince. No puede ser. Es: he convertido el primer terceto en el tercer cuarteto. Puedo quitar un verso, pero ese uno arrastra a otro. Y entonces son trece. Trato de arreglarlo, pero todo lo que se me ocurre se acentúa en quinta. Lo puedo dejar así. Nadie ha de saber lo que he querido escribir; claro, después de que le haya quitado el título, «Soneto de Año Nuevo». Puedo borrar la mención al soneto, pero pierdo el juego con el año. ¿Me entiendes? Catorce, catorce. No quince.