sábado, 25 de enero de 2014

Becqueriana / 39


Los colores tienen memoria. No los colores, sino los matices de los colores. Los aspectos que la lengua solo consigue atrapar con metáforas. Por eso son tan importantes las metáforas. Nos diferencian de las matemáticas. De la convención matemática a la que conduce el uso pragmático del lenguaje. El rojo es rojo. Cuando nunca ha sido rojo el rojo. Ha sido clavel rojo en un balcón, crepúsculo de verano, vuelo de mariquita, tomatera, vestido, o ha sido gota de sangre sobre la piel. Cada rojo, una imagen. La del té que tomo mientras escribo, una carta de amor al silencio.