jueves, 5 de diciembre de 2013

Diário de Coimbra \ Mondego


Sosegado río. Humildes palabras lo navegan. Las que se dicen los estudiantes ennoviados en el espolón a la caída de la tarde. Vida pequeña, la del trajín del saber aún no aprendido en casillas idénticas; tan importantes las manías y portes evocados de quienes, de tan importantes, serán olvidados nada más subir al tren. Río menudo, tonada desprovista de grandeza, ese zarandeo de lo conocido por conocer que tanto ocupa, con números, en las conversaciones de los enamorados bajo los plátanos centenarios. Al caer el sol, silencioso, y subir la humedad como un chantaje en el latido de la hojarasca.