domingo, 6 de octubre de 2013

Vendimia en la ribera del Miño


Todo el azúcar del verano atrapado en la pulpa. La suavidad de la brisa le regala la textura; el río, la jugosidad. El morado último de los atardeceres ha coloreado la piel. Euclides diseñó un triángulo circular para la semilla. Aguardan en racimo el instante de entregarse por entero a la mano que las meza. Que con tanta suavidad las deposite en el cesto de mimbre. Excitadas, también, porque empieza para ellas una nueva vida. Su transformación. Efervescencia, trepidante locura en el interior de un tonel. Metamorfosis. El instante en el que el corcho lance un sonido grave, dulce, quimérico.