Una algarabía de pájaros trenza la sombra de la tarde en la arboleda. El
torrente va a lo suyo, sin miramientos. Los chiquillos le lanzan piedras, él ni
se inmuta. Le esperan en alguna parte. Tal vez le requieran para un gran
proyecto. Las mariposas aprenden a volar en cada desplazamiento. Dan ganas de
darles lecciones. Señalar al impecable vencejo y mostrárselo. Los mayores
juegan a las cartas. De la atención que ponen se diría que se están
intercambiando aquellas que recibieron de jóvenes, cuando festejaban. El músico
escribe en su cuaderno de pentagramas. Traduce. Donde escucha pájaros, anota
fa.