Los diarios de Ramon Dachs, este es el tercer volumen, buscan entreverar lo
cotidiano y lo artístico. No se limitan a la mera anotación de lo sucedido. Su
desafiante actitud propone, por una parte, la objetivación de la experiencia y,
por otra, la sublimación de su capacidad visionaria (sobre todo para captar y
capturar los cruces de significados latentes y ocultos que entrelazan
realidades). Parece contradictorio, pero de lo que no lo es ya emerge muy poco.
Solo enfrentando opuestos se descubren caminos por desbrozar. Dachs extrae la
subjetividad a las vivencias y carga de sentido visionario los datos objetivos.