lunes, 24 de mayo de 2010

«Composiciones de lugar», de Andrés Catalán





A partir de convenciones de la tradición —la más recurrente es el alba como encuentro o separación de los amantes— Andrés Catalán (1983) reúne los diversos dibujos que sobre el amor traza el tiempo, desde la seducción —«juegan a ser miradas de los otros»— hasta el encuentro, desde el deseo —«ese puñal de dudas»— hasta las cenizas (o semillas) del alejamiento. No escribe Catalán poemas de amor, sino reflexiones teóricas sobre el amor. En la segunda parte dirige su mirada poética a la ciudad, no para escribir versos urbanos, sino para construir el discurso de la vida en las ciudades.