sábado, 13 de diciembre de 2008

Sin periódicos

Ya he vuelto de la panadería: ¿dónde está el itinerario que he seguido? En los folios que tengo sobre la mesa y en las delicados signos en rojo que de vez en cuando introduzco entre letras. Hasta olvido comprar el diario. Corrijo pruebas. No se acaba nunca de perseguir erratas, incoherencias, deslices. En la droguería no venden veneno para erratas. Se esconden bajo las palabras, salen de noche para alterar de día el orden inmutable de lo ortográfico. Cuando pase por los folios huirán a sus escondrijos y se frotarán los élitros imaginando la eternidad que les dará la imprenta.