OTOÑO EN CARLISLE, PA.
[Subway Restaurant, 22 de octubre de 2006]
Para Astrid Cabral
Nadie que no pasee desvelado
un domingo a las ocho, una mañana
de otoño por las calles de Carlisle,
sabrá cómo mis ojos han hablado
con Dios. Colores de comida rápida,
con hechuras y precios para el ruido
y mesas apretadas: en silencio.
Como una ermita, como un camposanto.
No estaba escrito que se entrara allí
para ver, en el anodino gesto
de una empleada solitaria, el hueco
de uno mismo. Con el desamparo
de un menú tan incomprensible como
esta vida que tiznan las ausencias.
Turia nº 85-86, marzo de 2008, pág. 121