
De vez en cuando le asalta a uno cierta especie de hipocondría al contemplar el trabajo de un artista que no aprecia en el que descubre, horrorizado, una coincidencia. En el Museu de Serralves inauguran una instalación de Bruce Nauman titulada
Fonte de Cem Peixes. Consiste, la obra, en peces de bronce, suspendidos por la sala, de los que salen chorritos de agua en todas direcciones. El hecho de que eligiera cien peces enferma mi afición a los párrafos de cien palabras: ¿también chorrearán mis
texcienillos? Alguien cuenta los peces: ¡Sólo hay 97 en la
Fuente de Cien Peces! Respiro.