domingo, 1 de septiembre de 2024

Cuentos del hada jubilada (nonagésimo octavo)



Hay un instante en el paso de la niñez a no sé muy bien qué cuando de repente se descubre lo que una nunca había imaginado que existiera. Es el día en el que mis compañeros de curso se olvidan de los juegos rutinarios en el parque porque están construyendo, con unos cartones y unas arandelas, un avión de combate. Y una lo ve atravesando el cielo a la velocidad del sonido en ojos que no reflejan ya ninguna otra realidad. De nada sirve introducir en la conversación palabras picantes que los exciten. No los excitan. Insinuaciones. No les interesan.