miércoles, 1 de febrero de 2023

VI /abandonos



Una lengua que al relamer sus labios de arena borra los acontecimientos de la piel. Es lo que admiro en los paseos invernales por la playa. Tras cada ola, nada queda de quien iba dejando huellas en su caminar, tampoco de lo que hubiera escrito con el bastón para que lo leyeran gaviotas y cormoranes. Lo nuevo no ocurre como novedad, sino como hábito. La desmemoria del mar tampoco actúa como un olvido, sino como la densidad del conocimiento. Una biblioteca oculta en simas que la indiferencia cobija. El oleaje prosigue su letanía. La niebla desdibuja la línea del horizonte.