domingo, 18 de septiembre de 2022

Manos | Diecinueve



En la rama brota, por menuda que sea, la flor. La conjunción de pétalos y colores es una manera de afirmar. Con las tijeras, por el sendero, avanza la negación para mejorar su lugar en el interior de un jarrón de porcelana. Del mismo modo una mano, después de haber afirmado, tras contemplar cómo fluye el río hasta su desembocadura, descansa, animal apaciguado. Sin haber hecho nada, ni siquiera cortado una flor. Ajena a las correcciones. Tal cual encontró el mundo, ha respetado sus sentidos. Se limita a cavar con la azada una ondulación que encauce el agua del riego.