Tras reconocer la dificultad que tiene el significado para ser capturado en una red de pesca académica; el poético se puede definir, sin excesiva convicción de acierto, como la asimetría de expectativas entre quien escribe y quien lo lee, que parte de una asimetría previa en el autor entre lo que anhela significar y los medios que utiliza para conseguirlo. Cabría advertir que la simetría entre deseo y escritura, y entre autor y lector, es decir, el modelo de escritura convencional más extendido, alienta la mayor parte de subgéneros que se redactan en prosa, desde una crónica hasta un tratado.