Cuando Francesco Petrarca ascendió a la cumbre del Mont
Ventoux, en 1336, solo para admirar el paisaje, su modo de compartirlo fue
escribir una célebre carta con el relato. Desde entonces lo contemplado ha
pasado a poemas, a lienzos, a murales. Y a fotografías. Y, sobre todo, ha
delatado qué pensamiento ocultaba debajo. Gema Pastor Andrés se pregunta cómo
mira el paisaje la fotografía contemporánea, y la pequeña colección de
fotógrafos que convoca le proporcionan interesantes respuestas: como decorado
en fin de semana, como lo que existe junto a la autopista o por debajo, como
parque donde pasar los domingos.