sábado, 28 de diciembre de 2019

Bye, bye 2019



La iconografía de la muerte impresiona. Un fogonazo, de noche. De día, la súbita ceguera de una lengua de humo. Un portazo y su estridencia como preámbulo a la quietud. Los postigos cerrados en la casa donde los cristales no reflejan los rayos de sol. La imaginería de la muerte se trenza. Persecución del Viejo por el Nuevo; quien la contempla, sentado, vestido con una túnica raída y un báculo en la mano, sostiene el punto de vista. El pulgar romano invertido. Por esa razón te pido que te vayas, Dos Punto Diecinueve, como si fuera yo quien lo decidiera.