Sentado en un banco del parque veo cómo se acerca una bicicleta. Alcanza pronto mi altura y luego desaparece. Durante un instante he visto cómo, al pasar, sus ruedas giran y en su trazar siempre el mismo círculo, avanzan. De hecho, parece una vieja aporía. La rueda gira sobre sí misma, siempre igual, y ese girar sobre su centro le supone al ciclista un avance en el espacio. Me quedo un instante debatiendo la implicación metafórica. Todo gira con los días, es cierto. Pero hay ruedas que giran sin moverse y otras que giran avanzando. ¿Cuál es la del reloj?