jueves, 6 de diciembre de 2018

Maga Losnay, dietario # 605


El deseo es una alfombra blanca frente a una puerta a la que se llega con botas embarradas por el temporal. La duna de tierna arena donde se hunden hasta las rodillas las piernas que intentan ascender por la pendiente. Un collar de pétalos de amapola una tarde de ventisca. La torre construida con copas de cristal frente a la botella recién descorchada. Y quien un día camina con pies descalzos o se desliza pendiente abajo, luce la fragilidad o brinda con la copa en alto olvida que el deseo es aquella melodía que estuvo sonando dentro de un silencio.