martes, 28 de agosto de 2018

Becqueriana / 146



En general disfrutan con nosotros, las palabras. Se lo pasan bien. Salen con vehemencia a recorrer calles, caminos, lugares por donde gozan del paseo. Y aparecen siempre en pandilla, bien acompañadas unas con otras, las tuyas con las mías, se dan la mano y desaparecen en circunstancias que les encantan. Participan, activas, en comidas y cenas, se duchan, se calzan. Se olvidan de que existe el silencio que las encierra y enclaustra y las deja sin poder significar nada de cuanto ocurra. Nosotros no, les damos vida y la viven con alegría. Solo en ocasiones se vuelven, pudorosas, de espaldas.