martes, 21 de noviembre de 2017

Becqueriana / 120



Un disco que continúa girando cuando la aguja ha llegado al final, el tiempo. O cuando, en el inicio, nadie la ha colocado aún sobre el vinilo. Sin sonido, sin música, sin alma. Da vueltas. Es lo que mejor sabe hacer. Lo único. Y en ese rodar ciego, nosotros. Construimos el tiempo con el sonido de las palabras, con la música de los cuerpos, con el alma de la respiración. Un tiempo que abra los ojos y vea. Que sepa detenerse y avanzar. Que se ajuste a las sensaciones en lugar de a las horas y minutos. Un tiempo íntimo.