viernes, 17 de noviembre de 2017

Becqueriana / 118



La mejor biblioteca, un banco en el jardín público. Una pareja sentada frente a un único libro. Una mano sostiene las hojas que han leído; la otra, las que quedan por leer. A veces uno pregunta por una palabra, o le pide con un gesto que aguarde un instante a que acabe un párrafo. Son como notas a pie de texto que le añaden a la página que leen. En otras ocasiones canta un pájaro entre los árboles y se incorpora también a la lectura. Luego, cierran el libro, se levantan y de camino van explicándose lo que han vivido.