martes, 18 de julio de 2017

Coro de ausentes | ESPEJISMO


Florece entre las hierbas 
silvestres y los matorrales. Tiene 
tallo menudo, quebradizo, 
y una flor diminuta 
que en el aire se multiplica 
en racimos cuando la brisa sopla. 
A veces no se ve, 
de tan disimulado 
que anda entre vegetación 
sin prestigio. Y cuando se aprecia, 
cuesta arrancar como recuerdo 
un pétalo siquiera. 

Salgo en su busca algunas tardes, 

sin otro propósito que ver 
cómo crece en parajes 
conocidos que desconozco. 
Cómo salpica los caminos 
con su acento. Brevísimos destellos.  
Cuando regreso siempre creo 
hacerlo con un ramillete 
en las manos. El tiempo 
que florece entre piedras 
y guijarros.