martes, 31 de enero de 2017

# 576 oiɿɒƚɘib ,yɒnƨo⅃ ɒǫɒM


Quizá hoy sea la mañana en la que los rótulos informativos de la estación hayan dejado de funcionar. La palabra «destino» se vea tan abandonada como una muñeca en el armario de una joven. La lista de nombres de lugar y horarios se quede en blanco, que es un fondo negro en el que no aparece ninguna letra blanca. Tampoco la voz disciplinada de la megafonía acuda a solventar el desconcierto. Los puestos de información permanezcan con la persiana bajada. Las taquillas no hayan abierto. Y, sin embargo, cada pocos minutos llegue un tren y parta, nadie sabe hacia dónde.