martes, 11 de octubre de 2016

H \ instantánea y 7


Verse de nuevo vulnerable, ahora donde señoreaba lo cotidiano. Sentarse, levantarse, caminar. Ay, acostarse. Arduas tareas que no eran nada, gestos triviales que han perdido de repente su don inocuo. Su amable liviandad. Convertidos en la suma excesiva del estar. Que ha de sentarse para no hacer nada, ha de levantarse para no ir a ninguna parte. Ha de entregarse a una cama que ya no es un altar. Aprende movimientos carentes de función para reconstruirse. Vida inédita donde lo casi inexistente se alza como exclusiva existencia. Y la fragilidad no es la condición previa de ser, sino su consecuencia.