jueves, 6 de octubre de 2016

H \ instantánea 5


El día ocurre en otra parte. Y nada hay más inútil que una ventana de cuarto de hospital para saber dónde se halla la otra parte en la que está ocurriendo. A veces se asoma alguien en los bloques de enfrente y una ávida mirada espera que un simple cruce consiga arrancarlo. Dentro de la pecera lo mismo que ha de intentar el pez en el piso vacío por la mudanza. Un limbo atemporal donde no hay limbo ni se sitúa fuera del tiempo. Un tiempo que se ha invertido. De convexo a cóncavo. Signos que los signos no reconocen.